Informativo – noviembre 18 2022

Repleto de risas y emociones vivimos un nuevo Encuentro Nacional de Juventudes

Se trata de un hito anual en el que adolescentes y jóvenes participantes de los Programas de Aldeas Infantiles, tienen la oportunidad de compartir experiencias y reflexionar juntos sobre temáticas vinculadas al enfoque de juventudes.


Yo nunca había visto tanto verde en mi vida”, “Aquí me siento cómodo, siento que todos compartimos historias similares y no tengo que explicar de dónde vengo”. Emocionados y con mucha buena energía llegaron los 26 adolescentes y jóvenes provenientes de la mayoría de los Programas de Aldeas Infantiles Chile, que tiene dos líneas programáticas: uno son los Programas de Fortalecimiento Familiar insertos en territorios específicos y el otro, Programas de Acogimiento Residencial.


Era pasada la hora de almuerzo y comenzaron a llegar los primeros adolescentes y jóvenes, junto a los acompañantes de jóvenes a la Casa de Retiro Jesuita en la ciudad de Concepción, un lugar en medio de un bosque, repleto de zonas verdes, caminos para hacer trekking y rodeado por el Río Biobío, sin duda un lugar perfecto para la ocasión. “Yo nunca había viajado en avión, me dio un poco de miedo al principio, pero después se me pasó”, aseguró Yair, proveniente del Programa de Fortalecimiento Familia de Antofagasta. “Me encantó mi pieza, se ve mucho el río” gritaba emocionada Valentina que vive en la Aldea de Curicó.


Los dos grandes objetivos de este Encuentro fueron: propiciar un espacio de vinculación de participantes de diferentes contextos a nivel nacional, tanto de jóvenes que están en Programas Residenciales como Ambulatorios y el segundo, facilitar la expresión de proyecciones, miedos e inquietudes de participantes jóvenes, relacionados con sus procesos de tránsito a la vida independiente.


Desde el primer día, el nacimiento de vínculos y reflexiones estuvieron presentes. La primera actividad fue presentarse, armar sus tribus, donde emergieron cuatro grupos que crearon sus nombres, eslogan y gritos de identificación. Es así como surgieron Los Panteras, Los Tiburones, Los Moras SOS y Los Pies Quemados. Jugaron a la gymkana y salieron a buscar un tesoro. Fue tanta la emoción y la noche nublada, que los hizo tropezar a varios y quedaron todos repletos de lodo, tras darlo todo buscando las pistas. “No podía parar de reírme de Douglas que quedó todo lleno de barro, fue una risa colectiva demasiado larga”, recordaba Yushary que vive en la Aldea de Puerto Varas. Nada que una buena ducha y fogata no apaciguara. Así de la mejor forma finalizó el día número uno de esta aventura.


El segundo día comenzó temprano, a las 07 am, con trekking optativo a cargo de la encargada de prevención de riesgo y una trekkera innata. Posterior, a desayunar y a recibir con toda la energía de la naturaleza a dos colaboradoras de nuestra Empresa Amiga DHL, quienes llegaron con el desafío de hablar de los retos de la empleabilidad y fue así como conectaron a las y los adolescentes con la primera vez que se busca trabajo. Emergieron palabras como vergüenza, inseguridad, miedo al rechazo, nervios y felicidad por si resultara el primer empleo. Luego de eso, se separaron en grupos de administración, oficios, emprendimientos y otros para que se fueran visualizando en sus próximos empleos y roles.


Valoro mucho esta actividad, porque de verdad me hizo visualizarme en mi futuro, aclarar muchas dudas y reafirmar mis proyecciones que son terminar mi carrera técnica de chef y próximamente convertirme en carabinero. En el verano, seguiré siendo garzón y reponedor, porque son ingresos que me sirven para cuando me vaya de Aldeas”, comentó Claudio que vive en la Aldea de Ancud.


Siguieron los juegos por grupos, otro trekking por los alrededores y una rica completada con fogata cerraron el segundo día, donde a través de la reflexión grupal, participantes destacan como los principales temas movilizadores en la etapa del tránsito a la vida interdependiente: la empleabilidad, autonomía, responsabilización y participación. El último día y despedida partió con un paseo por Concepción, donde los niños y niñas pudieron conocer algunos atractivos turísticos y posteriormente, asistir a la última actividad de este mágico Encuentro de Juventudes. Y fue así como finalizó con broche de oro, donde importantes visitas llegaron para cerrar esta experiencia.


Osvaldo Salazar, Director Nacional y quien vivió más de 20 años en la Aldea de Concepción llegaba para saludarles y entregarles su testimonio, junto a Juan Carlos Arancibia, también quien vivió más de 20 años en la Aldea de Chaimávida y es el tesorero de la actual Junta Directiva de la organización y es ingeniero ejecución en computación e informática, profesor educación general básica y vicerrector académico. Les acompañaron dos jóvenes en tránsito hacia la vida adulta, Priscila Martínez, presidenta del Comité de Jóvenes de la Aldea de Pillán y Samuel Rubio, joven que estudia ingeniería civil industrial en la Universidad de Tarapacá y quien recibe apoyo de la Aldea de Pukará en Arica. Cuatros exponentes inspiradores que emocionaron con sus relatos y que generaron que incluso los jóvenes más tímidos también abrieran su corazón y relatos, para cerrar con abrazo colectivo que cada uno atesorará hasta hoy.


Con el apoyo de nuestras Empresas Amigas y Socios, encuentros como éstos no solo contribuyen al desarrollo y bienestar de los jóvenes y adolescentes, sino que además, los empoderan para enfrentar con más y mejores herramientas un futuro muchas veces incierto, pero repleto de apoyos y resiliencia.


¡Seguimos empoderando juventudes y transformando realidades!